¿Por qué el pajarito de Twitter rompió con su red social? Porque cada vez que intentaba contar su historia, todos le cortaban el hilo y, además, no soportaba que los trolls siempre estuvieran al acecho picoteando su autoestima. Estaba buscando un espacio más zen donde las palabras no fueran limitadas a 280 caracteres y pudiera volar sin que le midieran las alas.