Un payaso llamado Pepón decide organizar una fiesta para sus amigos en el circo. Al llegar el momento del pastel, se da cuenta de que lo olvidó en casa. Entonces, para improvisar, les dice: «No se preocupen, para ser payasos, ¡siempre podemos pastelar la situación!». Sus amigos ríen y responden: «Por eso eres el maestro de ceremonias, ¡siempre tienes un as bajo la manga… o un pastel en la nariz!»