Un amigo le dice al otro: «Creo que mi perro es matemático.» El otro le responde con escepticismo: «¿Ah, sí? ¿Cómo lo sabes?» El primero responde orgulloso: «Siempre se sienta, se queda, y multiplica.»
Un amigo le dice al otro: «Creo que mi perro es matemático.» El otro le responde con escepticismo: «¿Ah, sí? ¿Cómo lo sabes?» El primero responde orgulloso: «Siempre se sienta, se queda, y multiplica.»