En el Olimpo, Zeus está preocupado porque los dioses están muy aburridos. Decide organizar un torneo de chistes. Hermes, rápido de mente, cuenta el suyo: «¿Qué hace un dios cuando no sabe si su traje le queda bien? ¡Le pide a Zeus que ajuste el rayo!» Los dioses se ríen, pero Hades interviene: «A mí no me hace gracia, ¡siempre me roba la chispa! Y encima, ¡ni después de eones aprendió a medirla bien!»