¿Por qué a Hermes no le gusta jugar al escondite con Apolo? Porque cada vez que gana, Apolo se pone tan radiante de alegría que ilumina todo el Olimpo y los dioses no pueden encontrar un solo lugar oscuro donde esconderse.
¿Por qué a Hermes no le gusta jugar al escondite con Apolo? Porque cada vez que gana, Apolo se pone tan radiante de alegría que ilumina todo el Olimpo y los dioses no pueden encontrar un solo lugar oscuro donde esconderse.