¿Por qué los filósofos no pueden jugar a las escondidas? Porque si un filósofo se encuentra a sí mismo primero, se sienta a cuestionar si realmente lo ha encontrado o si es solo una ilusión de su existencia relativa. ¡Y nunca terminan de contar!
¿Por qué los filósofos no pueden jugar a las escondidas? Porque si un filósofo se encuentra a sí mismo primero, se sienta a cuestionar si realmente lo ha encontrado o si es solo una ilusión de su existencia relativa. ¡Y nunca terminan de contar!