Dos amigos se encuentran después de mucho tiempo sin verse. Uno le dice al otro: «¡Amigo, qué bueno verte! Me contaron que te casaste. ¿Cómo es tu esposa?» El otro responde: «¡Como el sol!» El amigo curioso pregunta: «¿Brillante y llena de energía?» Y el otro replica: «No, cuando aparece por la mañana, me doy la vuelta y sigo durmiendo.»