¿Por qué los protones nunca se sienten tristes en una fiesta? Porque siempre están cargados de energía positiva, rodeados de electrones animados, y cuando ven a un neutrón solitario, lo animan a unirse al baile cuántico. Y si un electrón está en baja, le dicen: «¡Vamos, sube a la onda! ¡Estamos en sintonía!»