Dos amigos, Pedro y Juan, están discutiendo sobre quién de los dos es mejor cocinero. Pedro dice: «Yo hice una sopa de tomate que ganó un premio». Juan responde: «Eso no es nada, yo hice una tortilla de patatas que ¡hasta los huevos aplaudieron!». Pedro, confundido, pregunta: «¿Cómo que los huevos aplaudieron?» Y Juan, sonriendo, contesta: «¡Sí, de la sorpresa, no podían creer lo buena que estaba!»