¿Por qué a los historiadores les encanta jugar al escondite? Porque siempre están buscando los «hechos» perdidos. Aunque en sus vidas cotidianas, es raro que encuentren algo más que sus propias llaves. ¡Eso sí que es historia a diario!
¿Por qué a los historiadores les encanta jugar al escondite? Porque siempre están buscando los «hechos» perdidos. Aunque en sus vidas cotidianas, es raro que encuentren algo más que sus propias llaves. ¡Eso sí que es historia a diario!