Un auto eléctrico y uno de gasolina estaban discutiendo. El de gasolina dice: «Yo puedo recorrer más de 500 km sin descanso». El eléctrico responde: «Pues a mí nunca se me acabará la paciencia en un embotellamiento». Al apagar los motores, ambos coinciden: «¡Lo importante es que siempre estamos cargados de buen humor!»