¿Por qué el detective dejó de investigar a las zanahorias? Porque cada vez que trataba de seguir una pista, estas siempre tenían un final… ¡tan predecible que hasta las cebollas lloraban de aburrimiento!
¿Por qué el detective dejó de investigar a las zanahorias? Porque cada vez que trataba de seguir una pista, estas siempre tenían un final… ¡tan predecible que hasta las cebollas lloraban de aburrimiento!