¿Por qué las islas siempre están de buen humor? Porque tienen una montaña de razones para sonreír y nunca se sienten «hundidas» en el mar de problemas. Cuando se sienten solas, solo llaman a sus islosos amigos y organizan una fiesta de arena, sol y mucha palmoterapia. Además, siempre dicen que no hay «mareaje» que cien años dure, y el océano es bien salado pero nunca agrio.