La carrera divina donde Hermes aprendió sobre volar y saltar

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Un día, Atenea y Hermes deciden hacer una carrera de sacos en el Olimpo. Hermes, confiado, se pone sus sandalias aladas dentro del saco. Atenea, muy sabia, pregunta: «¿Estás seguro de que volar cuenta como saltar?». Hermes, sonriendo, responde: «¡Si no, Ícaro habría ganado la maratón!». Al final, Atenea gana sin trampas, y Hermes aprende que a veces las alas más rápidas no ganan el oro, especialmente si el árbitro es Zeus.