En un espectáculo de magia, el mago llama a un voluntario y le dice: «Voy a hacer desaparecer su reloj.» El público espera con ansias, pero el mago solo se queda mirándolo. «¿Y bien, maestro?» pregunta el voluntario. Y el mago responde: «Perdón, es que mi verdadero truco es hacer desaparecer mi motivación todos los lunes.»