Un explorador llega a una isla desierta y ve un cartel que dice: «Isla del Eco». Curioso, grita: «¡Hola!» y escucha de vuelta: «¡Hola!». Encantado, grita: «¡Tengo hambre!» y el eco responde: «¡Yo también!». Entonces el explorador pregunta: «¿Dónde está el restaurante?», y el eco dice: «¿Quién preguntó? ¡Hace años que nadie cocina aquí!»