La Terapia del Semáforo Controlador

0

¿Por qué el semáforo nunca juega a las cartas con los autos? Porque siempre los atrapa en rojo con un «¡Detente!» inquebrantable. Los autos decidieron llevarlo al psicólogo: ¡dicen que es demasiado controlador y siempre quiere cambiar de luces sin avisar!