¿Por qué los viajeros nunca necesitan escribir en un diario? Porque sus maletas siempre están llevando la cuenta. Así que, al abrir la maleta, te encuentras las historias de tus calcetines perdidos, los dramas de las camisetas arrugadas y una novela épica en ciernes escrita en lenguaje de estampillas. ¡Todo un bestseller de aventuras sucias y desodorantes en fuga!