¿Por qué los faraones nunca jugaban a las escondidas? Porque cada vez que Tutankamón se escondía, siempre dejaba una pirámide detrás y nadie era capaz de hacerse el tonto ante esa señal. ¡Así era fácil encontrarlo!
¿Por qué los faraones nunca jugaban a las escondidas? Porque cada vez que Tutankamón se escondía, siempre dejaba una pirámide detrás y nadie era capaz de hacerse el tonto ante esa señal. ¡Así era fácil encontrarlo!