Un día, un libro de ciencia ficción y uno de aventuras estaban conversando. El de ciencia ficción decía: «Siempre estoy en otro planeta». El de aventuras respondió: «Bueno, yo siempre estoy perdido». Entonces, el libro de recetas, que estaba escuchando, comentó: «¡Y yo siempre estoy metido en la cocina!». Los tres se rieron hasta que el libro de matemáticas dijo: «¡Ya quisieran resolver los problemas como yo!».