Una noche muy oscura, una detective entra a una casa embrujada buscando pistas. Ve un fantasma y le pregunta: «¿Y tú quién eres?» El fantasma responde: «Soy un misterio». La detective dice: «Pues, misterio resuelto. ¡Eres invisible!» El fantasma suspira y responde: «¡Era un truco de magia! Ahora me toca desaparecer». Y desapareció dejando solo risas en el aire.