¿Por qué la computadora fue a terapia? Porque tenía problemas de conexión y sentía que cada vez que trataba de abrirse con alguien, siempre le decían: «Archivo no encontrado». Además, su autocorrector la hacía sentir que nunca era lo suficientemente buena con sus palabras. En la primera sesión, la computadora simplemente dijo: «¡Estoy a punto de colapsar, doctor! Cada vez que trato de reiniciar mi vida, siempre surge un error inesperado».