Dos amigos, Pablo y Luis, deciden aprender a cocinar juntos. En su primera clase, el chef les dice: «Hoy haremos una receta de familia». Pablo emocionado responde: «¡Genial! ¿Dónde está tu familia para ayudar?». El chef sonríe y aclara: «Es la receta, no la familia entera». Luis guiñando un ojo dice: «Mejor, porque en casa no caben todos». ¡Así comenzaron una deliciosa amistad culinaria donde el mayor ingrediente siempre fue la risa!