Mi relación era como un rompecabezas: pasaba horas intentando encajar las piezas, pero siempre faltaba una. Al final descubrí que las instrucciones estaban en otro idioma… ¡Mis suegros las trajeron de Marte!
Mi relación era como un rompecabezas: pasaba horas intentando encajar las piezas, pero siempre faltaba una. Al final descubrí que las instrucciones estaban en otro idioma… ¡Mis suegros las trajeron de Marte!