Un día, un hombre superticioso descubre que al pisar una grieta en la acera, mágicamente recibe una carta del banco diciendo que ha saldado su deuda. Al día siguiente, lo encuentran saltando de grieta en grieta, ¡esperando ganar la lotería! Una anciana observa y comenta: «¡Si tan solo supiera el poder de las escobas, ya estaría volando!»