Dos amigos están hablando sobre sus hábitos de sueño:
– Yo siempre duermo como un bebé.
– ¿En serio? ¿Te despiertas cada tres horas llorando?
– No, ¡miro a mi cuenta bancaria y me pongo a llorar!
Dos amigos están hablando sobre sus hábitos de sueño:
– Yo siempre duermo como un bebé.
– ¿En serio? ¿Te despiertas cada tres horas llorando?
– No, ¡miro a mi cuenta bancaria y me pongo a llorar!