Velocidad de escape desértica

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Un viajero va por el desierto y de repente sufre un incidente: su camello se le planta y se niega a moverse. Desesperado, el viajero pregunta a un beduino que pasaba por allí: «¿Cómo consigo que mi camello vuelva a andar?». El beduino sonríe, recoge dos piedras grandes y le dice: «Golpea fuerte, pero fuerte, las dos piedras una contra otra detrás de su cabeza». El viajero hace lo que le dice y el camello sale disparado. «¡Genial!», dice el viajero, «¿y ahora cómo le alcanzo?». El beduino responde: «Ah, para eso tengo otra piedra».